Me dedico a matar cucarachas cada día.
Testigos de la mala conciencia.
Insistentes.
Dicen que salen más cuando hay tormenta.
Muchas. Rápidas. Repugnantes.
Y son días de esos.
No hay paraguas invencibles
ni cuerpos impermeables.
Solo puedo esperar que llegue el día
en que no aparezcan,
y el día en que mi cuerpo empapado
retome aquel calor.
(Foto: Francesca Woodman)
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